La versión más bruta del pony car de GM ha despellejado en Nürburgring a vacas sagradas como el Audi R8 V10 o el Pagani Zonda S con un crono de 7:41,27, que prácticamente lo deja a la misma altura del Porsche 911 Turbo S y el Mercedes SLS AMG. El secreto, un motor LSA 6.2 V8 de 580 CV y una suspensión totalmente revisada, con el apoyo de un nuevo control de tracción para el circuito.
El coche, aunque todavía no está a la venta, es según GM una unidad como las que piensa llevar a producción "sin modificaciones de rendimiento", así que tampoco podemos considerarlo todavía una marca 100% válida, pero qué duda cabe de que bastará para meter algo de miedo a sus rivales más directos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario