"Simplemente, iban demasiado deprisa", declaraba consternado un miembro de los equipos de rescate. Y es que, de acuerdo con un portavoz de la Policía, "la vía se había construido como una autopista (Alemana): ocho kilómetros casi sin curvas ni límites de velocidad"... con excepciones como el tramo en el que justo se produjo el siniestro.
Según las mismas fuentes, el guardarraíl con el que el SLR McLaren -de cuatro años de antigüedad y una velocidad punta de 334 km/h- chocó hizo de catapulta y lanzó el coche a diez metros de altura. Tanto los cuerpos de los ocupantes, como las puertas y el motor -de 626 CV- han sido encontrados a decenas de metros del fatídico lugar.
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